Yodailín Anaís Perdomo Machuca es hoy una adolescente que reside desde 2014 en el Hogar Bambi ubicado en la ciudad de Caracas, Venezuela. Llegó siendo la mayor junto a sus seis hermanos en lo que se calificó como “riesgo social”, situación que ponía en peligro no solo el bienestar integral y personal de cada uno de ellos debido a las condiciones en las que vivían, sino también su presente y su futuro.

Con el apoyo y las oportunidades que le brindaron llegó a ser una excelente estudiante que acaba de terminar el bachillerato con calificaciones que le valieron el reconocimiento de “excelencia académica” en el Colegio Juana de Arcos de la Parroquia San Bernardino. No es todo: ya está cursando una licenciatura de Administración de Marketing en la Universidad Experimental Simón Rodríguez.

Además, se desempeña como colaboradora en la fundación Huellas de Bondad, donde destacan su sensibilidad social y compromiso con los demás. Su actitud, voluntad y valores están al servicio de la comunidad, con el objetivo de cumplir sus propios sueños, pero también pensando siempre en quienes más lo necesitan.

Esta y otras tantas historias escuchó de boca de sus protagonistas y de quienes los ayudan a progresar, la conductora Natalia Denegri. Por eso decidió, acompañada por su hija, Nicole, el productor venezolano Nelson Bustamante, el equipo de su programa “Corazones Guerreros” y la fundación “Caminos de Esperanza”, organizar la tercera edición de un torneo de golf en el campo Costa del Sol de la ciudad de Doral, en Miami-Dade, con el objetivo de recaudar fondos para otras nueve fundaciones que se dedican a mejorar las condiciones de vida niños y familias con necesidades básicas de Latinoamérica y los Estados Unidos.

En este caso, la intención prioritaria apuntó a satisfacer cuestiones básicas como la alimentación, la salud y la educación para asistir a organizaciones que se fueron transformando con el tiempo en un pilar fundamental para sus comunidades. “Intentar llevar luz adonde hay oscuridad”, describe Denegri, y agrega: “en un planeta donde las crisis se acrecientan y más familias necesitan ayuda para poder continuar y salir adelante junto a sus hijos. El compromiso es intentar crear un mundo más humano y solidario. Aportamos nuestro granito de arena para brindar asistencia y oportunidades a quienes más lo necesitan” expresó la productora ante los numerosos participantes del torneo y representantes de las nueve fundaciones que recibieron la ayuda, algunos que viajaron especialmente de Colombia y Venezuela para dar a conocer la tarea social que desarrollan.

Todo por los niños

Una de las fundaciones es “Hermanos de la Calle”, que apoya a las personas sin hogar de Miami-Dade ofreciendo vivienda, apoyo emocional y legal, acceso a la salud y oportunidades de empleo. “En cinco años inauguramos cinco casas donde descansan por las noches 140 personas rescatadas de las calles, el alcohol, las drogas, el abandono y la vulnerabilidad. Cada 15 días salimos desde Key Biscayne a recorrer y darles comida. Después de un tiempo en el que nos ganamos su confianza y hablamos con ellos, les ofrecemos la rehabilitación, y cuando salen, les conseguimos trabajo, un lugar donde vivir y todo lo que necesiten para que puedan reintegrarse a la sociedad”, relató Humberto, uno de los fundadores, tras recibir la donación correspondiente.

Otra fue la fundación “Raíces Venezuela”, que desde 2016 asiste con artículos básicos y sin costo a inmigrantes venezolanos que recién llegan al sur de Florida para reiniciar sus vidas. “No se imaginan la necesidad de familias enteras que llegan sin nada a este país y tienen que comenzar de cero. Les ofrecemos lo básico: como un colchón, algo de ropa, una mesa, sillas, comida… lo que necesiten”, expresó Patricia Andrade, su fundadora.

“Hijos de La Guajira” fue creada en 2019 y brinda apoyo a niños y mujeres de las comunidades Wayuú y otras etnias de Colombia y Venezuela, garantizándoles alimentación nutritiva y un apoyo continuo para apoyarlos a alcanzar su pleno potencial. “Lo que ustedes están donando hoy significan muchos platos de comida para niños y sus familias que asistimos”, agradeció con emoción Rafael Ospina, su creador. Denegri ya visitó la zona en misiones solidarias con un grupo de activistas con la finalidad de construir escuelas y llevar alimentos, agua y medicinas para los chicos que padecen desnutrición, además de concretar obras como bibliotecas y canchas de fútbol para esparcimiento y recreación.

La conductora con el apoyo incondicional de la Fundación Hassenfeld Family viene organizando acciones solidarias en Estados Unidos y Latinoamérica, entre las que se destacan los mencionados viajes humanitarios además de a Colombia y Venezuela, también a Puerto Rico tras el huracán María ocurrido en 2017. Y pese a no residir en la Argentina por cuestiones laborales, trata de estar presente con donaciones de alimentos a merenderos de la provincia de Buenos Aires y del norte del país.

La “Asociación Damas Salesianas”, una agrupación de mujeres católicas con 28 centros en 13 estados de Venezuela que busca mejorar la calidad de vida de jóvenes, niños y adultos de escasos recursos, también recibió la ayuda correspondiente. Lo mismo ocurrió con “Alimentando Futuro”, que desde su creación en 2017 se enfoca en luchar contra el abandono escolar por falta de alimentación proporcionando diariamente comidas balanceadas a más de 1800 niños y maestros de las zonas vulnerables de ese país.

El “Hogar Bambi Venezuela”, donde se formó de manera integral Yodailín Machuca junto a sus seis hermanitos, desde 1992 trabaja en la atención integral y reintegración a un entorno familiar seguro de niños y adolescentes de 0 a 18 años que han sufrido situaciones de abandono, maltrato, abuso sexual o pobreza extrema.

“Project Baseball” también se encarga de ofrecerle oportunidades de vida a niños y jóvenes de pocos recursos a través de ese deporte, uno de los más populares de Venezuela. Y “Al Norte del Sur”, es otra organización sin fines de lucro cuya misión es facilitar el acceso a la educación, la actividad física y la alimentación saludable de los chicos más vulnerables del país.

Con apenas nueve años de edad, Nicole, hija de Natalia, que tiene su propio espacio en el programa “Corazones Guerreros” y desde muy pequeña acompaña a su madre en las misiones, emocionó a todos con sus palabras de compromiso para con sus pares, los niños del mundo, plasmada en una carta que resultó un cierre perfecto para la cruzada solidaria: “Muchas gracias a todos por su ayuda. Hicieron una muy buena tarea humanitaria. Espero que continúen así, colaborando con quienes más lo necesitan”.